PORTADA NO ORIGINAL (Si la tienes mandamela)
Cara A 01 - Nunca más
02 - Amor tan grande
03 - Oh, Señor, mi Dios
04 - Cuán profundo es tu amor
05 - La via dolorosaCara B
06 - Ese hombre
07 - 1ª de Corintios 13
08 - Lo que me falta
09 - Venid a las aguas
10 - Gloria a Él
Editado por
Friday, 01 August 2008
Mi testimonio de Cáncer de Cerebro
...
Lo que Dios ha hecho en mi vida:
El testimonio de Dennis parece en el libro El aguijón en la carne, por Dr. Pablo Martinez Vila
La
vida a veces es como una montaña rusa con muchos altibajos. Una
pregunta que a veces surge es: “Si existe realmente un Dios amoroso y
poderoso, ¿Por qué hay tantas personas que sufren?” Mí respuesta sería
que con todo lo que me ha pasado, Dios sí existe y es amoroso y
poderoso.
Nací
en Los Ángeles, California el 9 de Diciembre de 1952. Mi esposa y yo
hemos estado en España desde Mayo de 1982 hasta Junio 1999. Mi esposa
Nanette nació en Jamaica y vivió entre México y las Filipinas, siendo la
hija de misioneros. Nos casamos el día 14 de Junio de 1975 que es el
mismo día que me gradué de la Universidad de California en Irvine. Venía a España con diabetes (Tipo I) y ya llevo 49 años con esta enfermedad [el testimonio escrito
en 2006]. Tengo que pincharme con insulina dos veces al día y hacerme
un chequeo de la glucosa cuatro veces al día. Aprendimos el castellano
en Barcelona y mi primera hija, Megan, empezó el colegio allá.
Recuerdo
también que en el año 1984 fuimos, mi familia y mis padres, a la
Clínica Barrequer en Barcelona para operarme de los ojos por causa de la
diabetes. Recuerdo esperando en la clínica mucho tiempo para ver al
medico, y después me llevaron a un cuarto dónde él me metió en el ojo un aparato metálico para apartar los parpados y disparar el láser, que resuló un
árbol del color verde con su tronco y ramas. Me hicieron muchas
quemaduras pequeñas en las dos retinas como cortando ramas (vasos
sanguíneos) frágiles de un árbol fuerte (la vena). Luego me cubrieron
los ojos con gasas y mi esposa
me llevó a un hotel donde me tumbé por 16 horas mientras mi familia y
mis padres visitaron a Barcelona. El día siguiente me quitaron las
vendas y podía ver nublosamente, pero ver de todas formas. Después me
llevaron a casa.
Mi
segunda hija, April, nació el mismo día que mi esposa cumplía 29 años
en un hospital de Gerona capital. Estuvimos por un tiempo en la iglesia
de Hermanos de la calle de La Bisbal, viviendo cerca de Daniel González y
Carmen, de Cursos Bíblicos por Correspondencia. Después, en 1984 fuimos
a vivir en SALT, Gerona, donde tuvimos una campaña de DECISION y
empezamos una iglesia de Hermanos con Ramón Rendón, David Frank, y Jorge
Huggins. En SALT aprendimos el catalán, tuve dos exposiciones de
cuadros en la Casa de Cultura ‘LES BERNARDES’ en el ’85 y el ’89, empecé
un ministerio hacia las sectas; grabamos dos casettes ‘PASO A PASO’ y
más tarde ‘A TU LADO’ con Alex Blanco, y tuvimos muchas oportunidades de
cantar en personal y por la radio.
El Dolor
Aparte
de los demás recuerdos, algo muy fuerte nos pasó allí que no voy a
olvidar. En el mes de Septiembre del ano 1985 tuvimos un accidente de
coche grave entre Gerona y Figueras en la carretera nacional. El coche,
un Renault 14, se quedó aplastado cuando un camión giró delante de mí,
sin indicar nada con sus intermitentes, y intenté esquivar el choque con
el camión, pero sin éxito. Más tarde el conductor decía que el sol le daba en los ojos yo no podía ver nada. Baje
del coche pero Nanette no podía porque su asiento estaba doblado y los
del asiento de atrás, Ramón y Xenia Rendón, estaban afectados también
por el accidente. Estaba yo dirigiendo
el tráfico esperando a la guardia civil y Nanette estaba en el suelo
esperando una ambulancia. Pasaron treinta minutos o más pero una ambulancia venia y llevó a Nanette y a Xenia a un hospital en Gerona. Desde entonces, Nanette ha tenido tres operaciones muy fuertes. En dos de estas operaciones, le tuvieron que sacar el hueso
de una cadera y ponerlo en su vértebra dorsal. Y para curarse, estaba
guardando cama mientras el hueso se ponía bien. Después de esto, tenia
que llevar un collarín rígido por mucho tiempo. Esperaban los médicos
que con el tiempo se pusiera mejor pero de momento sigue con el mismo
dolor. Nunca duerme por la noche de un tirón porque el dolor le despierta. Una noche in Madrid en 1988, Nanette escribió este poema personal en inglés.
You burn, you stab
You throb, you jab
You’re sharp or dull
But never a lull
Constant companion
Insistent instructor
Stealing my sleep
Poisoning my plans
Reaching down deeper
Than remedies can
Acquired identity
Now you’re an entity
Living in body and soul
Sometimes I defy you
Sometimes I just try to
Who will be stronger today?
Defeat what I would do
Complete what I could be
‘Till death comes to take you away
Madrid
Pero
sigo. Dejamos la iglesia de Salt en 1991 y venimos a vivir en Móstoles,
Madrid, para trabajar en una iglesia de la FIEIDE (La Federación
Independiente) con el Pastor Francisco Portillo. Más tarde empecé
trabajando con Juan Blake y el equipo de DECISION haciendo estudios de
diferentes zonas de España. Durante este tiempo recuerdo cantando por
primera vez EL MESIAS por Haendel en Castellano. Luego recuerdo cantando
en el coro de Góspel en el Auditorio Nacional de Madrid, grabado en
Canal 2 en la televisión, cantando en el grupo Resplandor y luego en el
nuevo Coro Góspel de Madrid, cantando y grabando en video en LLAMADA
’93, cantando en las IV Conferencia de Evangelistas, estando en la
televisión, enseñando la Apologética
en el seminario de SEFOVAN en Madrid y trabajando con publicaciones
sobre sectas en España.
También recuerdo en 1998 un viaje que hicimos a
Jinámar, Las Gran Canarias. Estuvimos con Dennis Murphy en su iglesia
allí. Cantamos con SEFOVAN y más tarde daba clases de la Apologética
allá. Durante este tiempo recuerdo bien el dolor de cabeza que sufría
por las mañanas al levantarme, pero por la tarde el dolor menguaba. Pero
según el medico que veía, sufría una tendonitis en el brazo derecho.
Con el tiempo, el dolor no era tan malo, pero empecé a ver doble y esto
me afectaba mucho. Una vez fuimos a Sevilla con DECISION, porque durante aquel entonces Nanette y yo cantamos en varias iglesias con ellos.
Recuerdo que en el viaje de vuelta a Madrid empecé a ver doble por la
carretera y tenía miedo de chocar con un coche. Dejé a mi esposa manejar
el automóvil hasta Madrid.
El principio del tumor
El
día siguiente vi un oftalmólogo en Madrid que me dijo que tendría que
llevar un parche sobre el ojo derecho. Mi esposa tenía un poco de miedo
porque durante dos semanas estaba conduciendo nuestro coche a media
ciegas. ¡Pero Gloria a Dios! No pasó nada grave. Cuando vi al
oftalmólogo otra vez, me mandó a ver otro oftalmólogo porque no había
cambios en mi vista. Después de hacerme muchas pruebas en su consulta me
dio un volante para hacerme una Resonancia Magnética y para ver un cirujano. Fui a hacer la resonancia en el Hospital Clínico de Madrid y el día siguiente volví para hacerlo otra vez, porque la prima vez se olvidaron poner la inyección con
tinte. Al ver al cirujano el 3 de Mayo de 1999, me enseñó las fotos y
me dijo que tenía un tumor de cáncer en el cerebro (una ependymoma en el
ventrículo cuarto con el tamaño de 4.5 x 2.5 x 3.5 centímetros).
Después de ver las fotos era obvio que tenía un tumor que estaba
creciendo y el me dijo que quería operarme el 6 de Mayo. ¡Estaba en
shock! Después de esto fui a mi mujer y ella pensaba que estaba
bromeando con ella, pero después se dio cuenta de que no era una
broma. Luego fui a ver a otro médico que me decía que solo tenía 10
días para operarme. Pues con la ayuda de un amigo que trabaja con
Delta, nos fuimos por avión a California para operarme. El día en que
pensamos viajar, el avión estaba lleno y al recibir la noticia que el
avión estaba a punto de despegar unos amigos nuestros, Guillermo Novoa,
Gonzalo, y Roberto Biddulph, tenían que llevarme al avión. Y al llegar al avión, resultó que el piloto no quería llevarme sin una carta del médico. ¡Pero no la tenía! Pero al darle una explicación nuestro amigo, Aldolfo Rivero, nos dejaron volar a mí, a mi esposa y a Abril. ¡Gloria a Dios!
El Cáncer de cerebro
Nos
fuimos a California y después de ver el médico allá, el Dr. Dennis
Malkasian, que mi madre encontró (porque fuimos sin conocer a ningún
neurocirujano), me operaron el día décimo ¡Otro milagro! Estuve 10 horas
seguidas en la operación con un aparato para no mover la cabeza durante
la operación. Tenía tubos saliendo de la cabeza, y el cirujano tenía que cortar un trozo del
cráneo para sacar el tumor. Pero mientras estaba allí, la sala de
espera estaba llena de gente orando por los médicos y por mí. Yo
esperaba morir pero no era el plan de Dios. A veces digo en
broma que es la culpa de los que oraban por mí que aún estoy aquí.
Luego estuve en la unidad de cuidado intensivo (UCI) del hospital por 16
días y muchos que venían a verme tenían que ponerse guantes, una bata
de plástico y una mascara. Me sacaron muchas fotos de todo tipo como
radios-x y ultrasonido. Tenía que haberme operado de un coagulo de
sangre que tenía en los pulmones pero no lo hicieron que era otro
milagro. Durante este tiempo era casi imposible andar al lavabo y
necesitaba ayuda. Vomité muchas veces. Tenían que ponerme sueros de
insulina y otras cosas. Por la noche me despertaron para pincharme para
ver como tenía el nivel de la glucosa.
Otra
cosa recuerdo bien. Fue el día que mi tío Ron Swick trajo al hospital
un maletín pequeño, y pensé “¿Qué hay dentro de este maletín?” Pues este
maletín especial llevaba el pan y las copas para servir la comunión.
Recuerdo que Nanette, mis padres, mis tíos, y el compañero de la otra
cama con su familia estábamos juntos. Mi tío nos explicó bien el
evangelio. Eramos pecadores pero Cristo murió por nuestros pecados y a
través de su muerte podemos ser adoptados como hijos de Dios. Después
tomamos la comunión. ¡Que momento tan especial! Luego, al salir mas
tarde del hospital, recuerdo bien esperando un automóvil para llevarme a
casa. Estaba en una silla de ruedas y vi el cielo. Era tan azul. Y
cerca de mi en el suelo estaba una flor, tan hermosa y tan bonita, de
color amarillo y me pregunte: “¿Por qué no me di cuenta de estas cosas
antes?” Estaba vivo. En este momento di gracias a Dios por ser vivo..
Más tarde tenía
que hacerme más operaciones y recuerdo vomitando y pasándolo mal. Pero
la cosa más fuerte para mí fue las 27 sesiones de radioterapia que me
hicieron. En primer lugar, tenían que hacerme un casco especial porque
el cirujano no podría sacar todo el tumor de mi cabeza. Pensaron que tendría
que hacerme la quimioterapia primero, pero se dieron cuenta de que con
mi diabetes ésta no era la solución adecuada. Entonces optaron por
hacerme la radioterapia. Cada día, con alguien conduciéndome allí, fuí
al hospital por 27 días seguidos, menos los fines de semana. Allí me
pusieron un casco que parecía come una red de baloncesto rígido. Mi
cabeza no podía moverse con este casco puesto. Se enganchaban el casco por broches de presión. Estaba sobre
una mesa metálica dura y por varios minutos pasaba el tiempo en la
oscuridad escuchando el sonido del láser penetrando detrás de una oreja y
después la otra. Perdí el pelo donde el láser tocaba la piel. No
esperaba lo que me pasó más tarde porque en el principio, estaba bien.
Pero por la mitad del tratamiento, tenía ganas de no seguir porque al
recibir los rayos láser en la cabeza, perdía parte de mi pelo, me hacia
vomitar, no tenía energía y era como una cruz que yo tenía que aguantar.
Después de las sesiones estaba tan contento de no volver allí, pero los
vómitos persistían. Toda mi familia estaba preocupada por mi porque sabía
que con mi diabetes, estos vómitos podrían acabar conmigo. Nanette y
April tenían que sacarme de varias comas diabéticas. Llamaron al médico y
él cambió los medicamentos que me daba. Pero con el tiempo iba mejorando.
Al verme el cirujano después de la operación, nos dijo que mi tumor era muy raro. Dijo que los neurocirujanos ven
muy pocos tumores de esta clase en toda su carrera. Por miedo por mi
salud, nos dijo que no podríamos volver a España. Durante este tiempo
nos llamaron a varios amigos Españoles para
ver como estaba. Recuerdo una vez diciendo a Nanette que no podía
hablarles, estaba tan emocionado que me pondría
a llorar pensando en ellos. Pero ¡Gloria a Dios! Pasaron unos meses y
al verle la tercera vez, cambió de opinión. El nos dijo, por la forma en
que yo mejoraba, quizás podríamos volver a España. Yo estaba tan
contento con esta noticia que gritaba de alegría.
Preguntas
En
la cuarta visita al cirujano, recuerdo que había otro paciente en la
sala de espera. El me dijo algo que no puedo olvidar. El me explicó en la mayoría de casos operados les pasan varias preguntas. Piensan, “¿Por
qué tengo este tumor? ¿Qué he hecho para merecer esto?” Al decirme
esto, pensé lo mismo. Durante ese tiempo, me pasaron muchas cosas por la
cabeza. Después de investigar encontré que hay cuatro fases que pasamos
al recibir la noticia que tenemos la cáncer: Estas cuatro son: 1). La
negación de la verdad; 2). El enfado sobre la verdad; 3). La depresión
cuando pensamos ¿Por qué yo? ¿Que he hecho para merecer esto?; y 4).
Aceptamos la situación y lo que nos venga por el camino. Todos sin
excepción hemos de pasar por estas etapas. No hay escapatoria. En mi
situación, en principio pensé que era una broma mal gastada pero después
vi que no. Segundo, estuve enfadado pero por un periodo
muy corto. Vi que no daba resultados estar enfadado. Tercero, pase por
una temporada de depresión pensando ¿Qué he hecho para merecer esto? Y
mi respuesta fue, “yo no he hecho nada.” Me di cuenta leyendo la Biblia
que llueve sobre los injustos y los justos igualmente. (Mateo 5:45).
Lecturas reales
Joni
Eareckson Tada, que es cuadriplejica, tiene un libro con su testimonio y
también una película que DECISION tiene que se llama “Joni”. Pues
en otro libro suyo citaba este versículo “Porque el amor de Cristo nos
constriñe...” (2ª Corintios 5:14). Un pastor evangélico fue a buscarla
en un aeropuerto cerca de un pantano. Este pantano tenía las barricadas puestas en los dos lados para qué el agua estancada saliera. Ella decía que la palabra ‘constriñe’ significaba que el amor de Cristo podría fluir más y más porque las barricadas (los sufrimientos) estaban puestas por los lados dejando que el amor corriera sin frenos. Me gustó mucho esta explicación del versículo.
Otra cosa que me ayudo fue el libro Un Romance Sagrado
por Brent Curtis y John Elderidge. Recuerdo escribiendo un artículo
sobre el libro que al final salió en la prensa y estaba tan contento al
verlo. Uno de los comentarios que me ayudó mucho fue de John (Juan)
cuando decía que Dios era como el autor y director de una obra de teatro. Nosotros tenemos un papel importante para desarrollar en esta obra y cuando nos toca, salimos para jugar
nuestro papel. Cuando estamos terminados con nuestro papel, viene otro
para seguir en la obra. Cada uno de nosotros tenemos un papel muy
importante para jugar en esta obra pero también, cada uno no está en toda la obra. Entramos y salimos del escenario según nos manda el director (Dios). Así que, llegué a la conclusión de que mi papel era importante pero después de mi, vendrían otros para seguir en la obra. Me gustó mucho este ejemplo.
Y
un tercer libro que me ayudo fue de un japonés llamado Tomihiro
Hoshino. Dos misioneros, Yutaka y Yayoi Ikeda, me enviaron los dos
libros desde Japón. Tomihiro estuvo 9 años en un hospital mirando al
techo todo el tiempo porque no podía moverse. Estaba quadriplejico. Con
tiempo empezó a usar su boca para agarrar a un pincel y pintar flores con su boca. Mirando sus cuadros, eran increíbles, tan sensibles y delicados. Pero por uno de sus libros, me llamó la atención. Su titulo era El Camino Dónde Suenan Las Campanillas. El decía que en su silla de ruedas al viajante normalmente no les gusta los baches en el camino. Y hay muchos. Cuando el recibió una campanilla como regalo, no sabía a dónde ponerla. Entonces pensaba, “Voy a ponerla en mi silla de ruedas.” Como viajante en su silla de ruedas tenía que pasar por baches en el camino.Estaba
acostumbrado a eso pero no le gustaba. Pero, después de colocar la
campanilla, se sonaba con cada golpe. ¡Era música para sus oídos! Le
gustaba tanto el sonido de la campanilla que estaba conforme con los
golpes que lo producía. Así que, pensé yo también que debo estar
contento con los problemas que me vienen porque puedo apreciar mÁs la gracia (como una campanilla) de Dios con ellos.
Ted Blake escribió sobre Jacob en el número 3 del marzo, 2001 en el
boletín informativo de DECISION. Dijo, “Dios hablo directamente con
Jacob en siete ocasiones. Todas ellas en momentos claves de su vida. Los
mensajes venían para decirle que era escogido por Dios y que Dios
estaba con el (Gen. 28:13-15). Que no se preocupara (Gen. 31:3, 11-13).
Por ultimo, confirmo lo que sus hijos le decían, José esta vivo (Gen.
46:2). Cuando sus hijos llegaron a casa aquel día, con la túnica
manchada de sangre, diciéndole que su hijo había muerto, Dios sabia la
verdad. Dios amaba a Jacob. Vio su aflicción pero no le dijo nada. Me
imagino a Jacob clamando a Dios. ‘¿Por qué? ¿Y esos sueños que tuve, no
venían de ti, Mi hijo amado? Puedo imaginarlo dolido con Dios por la
perdida de su hijo favorito. Se preguntaría, ‘¿qué habré hecho mal?’
Jeremías 33:3 dice, ‘Clama a mi, y yo te responderé, y te enseñare cosas
grandes y ocultas que tu no conoces.’ Dios no respondió con, ‘Jacob, no
te preocupes, tu hijo está bien, lo estoy cuidando. Tengo un plan
maravilloso para el que tu no puedes saber todavía.’ Jacob se quedó con
el vacío que deja un hijo muerto. El dolor de haberlo mandado a vigilar a
sus hermanos y recibir de vuelta una túnica ensangrentada. Es fácil
caer en la tentación y concluir, ‘Dios me ha abandonado.’ ‘Si Dios me
quisiera, no habría permitido que esto ocurriera.’ Pero esto es una
mentira, Dios no nos deja ni nos abandona (Hebreos 13:5). Era el amor de
Dios que permitió que esto ocurriera. Dios estaba preparando algo para
proteger a Jacob y su familia en el futuro. Si Jacob hubiera llegado a
saber que su hijo estaba vivo, habría salido a buscarlo hasta rescatarlo
y llevárselo a casa de nuevo. Esto estropearía el plan de Dios. El
silencio de Dios se mantuvo alrededor de 22 años. Solo se rompió cuando
le dijeron que José estaba vivo y marchar hacia Egipto (Gen. 46:2). El
testimonio de José confirma que Dios lo ideo todo para cuidar de la
familia de Jacob y de las vidas de miles, quizás millones de personas de
Egipto y sus alrededores. [También preservaba así la línea del Mesías,
de la tribu de Juda, otro de los hermanos de José.] ‘Ahora, pues, no os
entristezcáis, ni os pese de haberme vendido acá; porque para
preservación de vida me envió Dios delante de vosotros... Y Dios me
envió delante de vosotros, para preservaros posteridad sobre la
tierra... Así, pues, no me enviasteis acá vosotros, sino Dios, que me ha
puesto por padre de Faraón y por señor de toda su casa, y por
gobernador en toda la tierra de Egipto.’ (Gen. 45:5-8)... Jacob vivió
con el dolor y el silencio unos veinte años y pudo saber al final el
porque. No todos llegaran a saberlo, pero el silencio de Dios es muestra
de amor y no lo contrario.”
La Identidad
Todos
estos pensamientos me ayudaron mucho. Ahora, no quiero decir que todo
era flores y violines, como se dice en Cataluña. También pasé tiempos de
angustia y malos tragos, no sólo en California pero también en España. Sabía que tendría que soportar cosas desagradables, como no cantar como antes, ni poder tocar mi guitarra, mi bajo, mi mandolína, mi violín, y todo esto fue
difícil aceptar. Y no podía pintar como antes porque mi brazo derecho
no funcionaba y estaba como dice mí mujer “una rama rota de un árbol.” Y
la gente me trataba como si fuera una estatuilla de cerámica, fácil de
romperse. Odiaba esta sensación. No querría que la personas me trataran así, pero no podría convencerles al contrario. Sólo podría conducir el automóvil o caminar por horas para mostrarles que no era así. Pero aun, haciendo todo esto vi que sólo convencía yo mismo.
Después
de la operación estaba pensado en mi estado. Normalmente los hombres
ponen demasiado énfasis en su trabajo. En una forma llega a ser como parte de su identidad. Nosotros dejamos la agencia de United World Mission porque tenía la cáncer de celebro y no esperaba vivir. Entonces no
era misionero. No podía hacer las cosas que hice antes con mi mano
derecho porque la operación me paralizó por el lado derecho. No podía
pintar cuadros, dibujar con la tinta negra, tocar la guitarra, mandolína,
violín y bajo. Como es una expresión que se dice en España, “yo era un
cero a la izquierda”. Pensando en todo esto, me llevó una depresión.
Entonces un día fui a ver un psicólogo cristiano. Después de estar en su
despacho, le expliqué mi situación y después de explicarle todo, me di
cuenta de tres cosas muy importantes que tenían
que ver con mi identidad. Primero, estaba casado con una mujer
maravillosa- entonces “soy un marido”. Segundo, tenía dos hijas
preciosas – entonces “soy un padre”. Y tercero, creo que Jesucristo es
mí Señor y Salvador – entonces “soy un cristiano”. Con todas estas
cosas, mi depresión se fue y vi que mi identidad estaba enfocada en las
cosas equivocadas.
Pero a pesar de los pesares, yo volví a hacer la Resonancia Magnética en Mayo del 2000, y vi al cirujano otra vez y él nos preguntó,
“¿Qué queréis hacer? Tus fotos no muestran ningún crecimiento del tumor
de momento.” Le dijimos que queríamos volver a España, si Dios quiere
(Cuando en principio él decía que no podríamos
volver a España). ¡Qué gozo entro en mí y en mi esposa! ¡Es imposible
explicar el gozo con palabras! Después de ver la graduación de mi hija
mayor en la Universidad de BIOLA, y oficiar en su boda, esto era el
colmo para mí. “Volver a mi país tan amado, con la gente tan amada”. Así
que hicimos planes para volver a España. Nanette terminó sus estudios universitarios y se graduó de BIOLA, sacando una apuntación de “suma cum laude”, con un licenciado en Líderazgo
de Organizaciones, viajando entre dos continentes para hacerlo. En
España terminamos un disco compacto (CD), que sólo faltaban tres
canciones cuando descubrieron mi tumor de cerebro. Y al llegar a Madrid y
ver a la gente en DECISION y en nuestra iglesia en Móstoles, cantar una
vez más con el Coro Gospel de Madrid, era un regalo sin comparación.
La Conclusión
Pero la historia no se acaba aquí. Cuando Dios cierra una puerta, Él
abre otra. Dice en Apocalipsis 17:8 que mi nombre está escrito en el
libro de la vida porque sé que soy un pecador (Romanos 3:23). Nací
en pecado (Salmos 51:5). Al nacer era un hijo del diablo (Juan 8:44).
El pecado para mi era “saber hacer lo bueno, y no hacer lo” que es
pecado (Santiago 4:17). Pero Cristo pagó el precio por mis pecados con
su propia sangre que no tenía pecado. “Sin derramamiento de sangre no se
hace remisión” (Heb. 9:22, lee Hebreos 9). Jesús murió por mí en la
cruz (Romanos 5:8). El resucitó de la tumba el tercer día como él decía
y ahora él mora en mí a través de su Espíritu (Efesios 1:13; Romanos
8:9). El me da vida eterna (Romanos 8:1; 1ª Juan 5:11-12; Juan 3:16).
Como Dios es amor (1ª Juan 4:8), no hay maldad en Él porque siendo Dios, tiene que ser 100% amor. Él
da y da y da. Un versículo importante es Romanos 8:28, “Y sabemos que a
los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los
que conforme a su propósito son llamados”. Y Proverbios 3:5-6 dice:
“Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia
prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y El enderezará tus
veredas.”
....
Volvimos a
Madrid por un año, aunque el médico en junio de 1999 nos decía que
sería imposible volver con mi cáncer. Entonces vi que Dios es Él que
decide. Por un año estuvimos en Madrid y esto fue un milagro para mi.
Podríamos cumplir varias cosas antes del regreso a California con mi
cáncer
Para
terminar, debo decir que ahora es el 2 de mayo de 2006. La operación de
cáncer fue en mayo de 1999. Aún el lado derecho de mi cuerpo no
funciona bien y he aprendido escribir con mi mano izquierda pero he
aprendido dibujar con tinta negra con mi mano izquierda. Puedo tocar el
bajo con un dedo y una cuerda que hago en nuestra iglesia Hispana de
Calvary Church de Santa Ana. Y ahora estoy preparando dar clases de la
Apologética y otras cosas a través del Internet con el Instituto
InterGlobal. Pero con todo esto no sé mucho del futuro. Pero una cosa
sé, “Dios no me desamparará, ni me dejará” (Hebreos 13:5).
p.d.
Ahora
es el 10 de julio de 2012 y aun sigo vivo. El cáncer volvió otra vez en
2006, otra prueba muy difícil afrontar. Había cáncer en mi cerebro y en
mi espina dorsal. Después recibi dos tipos de tratamientos de láser por
seis semanas, y mas tarde en 2007 hicieron dos Resonancias Magnéticas,
pero encontraron que el cáncer aun estaba creciendo en mi espina dorsal.
Todo esto era malas noticias para mi. Pero estaba tan contento por
haber vivido tantos años. Podría ver mi hija pequeña casarse en 2005 y
podría conocer a Keith Swift y el equipo de InterGlobal.
Pero
viviendo la situación como era, no podría volver a hacerme el
tratamiento de láser como antes. Y los resultados de hacer
la quimioterapia eran pobres. Por ejemplo, no se puede dar el láser en
el mismo sitio. Sólo se puede hacerlo una vez. Entonces, decidí hablar
con mi medicó otra vez y al final opté por la decisión de “disfrutar” la
vida y hacer nada. Esperar y no perder el pelo y vomitar sangre. Según
los informes y médicos, sólo me quedaba 3
o 6 meses para vivir con cualquiera decisión que tomara. Pero a pesar
de mi decisión, aun estoy vivo ¡que es un milagro de Dios! Ha pasado 5
años mas.
Vi
que todo que ha pasado a través del tiempo ha sido para la gloria de
Dios y Él sigue usando todo esto en mi vida espiritual. Entonces ¡Pase
lo que pase, Hebreos 13:5 es real para mi!
-Dennis Swick
Todos los derechos reservados-©1999.
Una publicación de InterGlobal | www.InstitutoInterGlobal.org
© 1999 Dennis Swick. Derechos Reservados.
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